Transporte urbano en Posadas: Una falta de diálogo

Con el inicio de las clases, el sistema de transporte urbano de pasajeros colapsó en Posadas. El sistema integrado es una apuesta de una sola empresa de colectivos que también, es dueña de las otras dos firmas que monopolizan el servicio. En horarios picos, los colectivos no responden a las demandas desde los distintos barrios hacia las terminales de transferencias, y mucho menos, los colectivos integrados tipo "gusanos", que no pueden atender la exigencia de la gente que debe ir a trabajar y encima, los estudiantes que se agolpan simultáneamente a partir de las seis de la mañana.
Al parecer, no se ponen más unidades porque el municipio no autoriza. Además, el recorrido anunciado no está vigente por la falta de arreglos y adecuaciones para los gigantes. Por otra parte, es sabido que la empresa que explota es el SITUM, tendría varias unidades en sus galpones y además no consiguen modificar recorridos por la falta de diálogo con el municipio.
El enojo de la gente se percibe en las paradas y en la misma estación de transferencia, en la avenida Quaranta, donde además continúan con el eterno arreglo para su definitiva habilitación.
Las paradas de colectivos, continúan sin actualizar la cartelería de las líneas que ya no existen. Mucho menos adecuadas para los días de intensas lluvias; la gente debe resguardarse en comercios aledaños. 
Según, algunas fuentes, todo depende de tires y aflojes para aliviar el servicio. Por ejemplo, acordar otro horario de ingreso de los estudiantes; autorizar mas coches para los horarios picos; autorizar otras avenidas de más fluido tránsito y más ancho en su extensión. 
Además, incluir a la otra empresa -ahora de Río Uruguay,antes  Bencivenga -a utilizar las estaciones de transferencias, que fueron construidas con fondos coparticipados entre varios entes y el mismo estado provincial. Hasta se podría aceptar que la nueva empresa realice su aporte para compensar las inversiones. 
Pero, todo indica que existe un profundo desinterés, de una de las partes y un viceral interés económico  que termina perjudicando a los usuarios.
 El ciudadano sabe de los aportes que las empresas reciben para prestar el servicio. 
La gente sabe de los aumentos que le autorizan cada año, sin que ellos cumplan las promesas de mejoras.
 El usuario desconoce la verdadera cantidad de boletos que vende la empresa Casimiro, Tipoka y Del Rosario ya que, se autocontrolan mediante el SUBE MISIONERO. Eso es una competencia del Consejo Deliberante que no tiene participación luego de algunas reformas.
Finalmente, el diálogo es una instancia donde las partes seden posturas en vista a una mejor solución para todos. Eso es algo que el egoísmo no permite realizar.
 La mezquindad interesada hace que no funcionen bien las cosas de todos. Al menos, en un sistema representativo y de democracia participativa, donde existen deberes, derechos y garantías.













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