Opinión: Educación, en nuevos escenarios *

Sin dudas que la educación es un momento fundacional e importante, en las etapas de la vida humana. Pensemos, cuando empezamos a ir al jardín de infantes y los primeros grados. Luego la secundaria; y en muchos casos la universitaria o terciaria. Ello es parte fundamental de una cultura educativa del país, que busca garantizarla constitucionalmente.

Sin embargo, hace casi 6 meses, que el escenario educativo cambió. Tanto para docentes, alumnos, como también para los padres, casi de un modo abrupto, hubo que adecuarse a la escuela e instituciones educativas, con las herramientas que había a mano.

Muchos docentes, venían con formaciones innovadoras, para nuestros tiempos de pizarra, pero el contexto es muy desigual y con realidades distintas, que fue marcando esta pandemia mundial.

Bien sabemos, como dicen Inés Dussel y Myriam Southweil, en un artículo de La Escuela y las Nuevas Alfabetizaciones, que “El surgimiento mismo de la escuela se consolidó en torno a las tecnologías ligadas a la lectura y la escritura disponibles a fines del siglo XJX: el libro, la pizarra, el pizarrón, el cuaderno, el lápiz. Como muchas de estas prácticas y tecnologías venían de lejos, se favoreció una idea de inmutabilidad de los saberes y unidireccionalidad de su enseñanza. Sin embargo, cabe plantearse si es la misma enseñanza ya que debe desarrollarse cuando se trata de trabajar con pantallas, a veces muy pequeñas, y cuando las tecnologías se transformaron radicalmente”

Ante un escenario donde, 185 países suspendieron clases; casi el 90% de la población estudiantil. Según los últimos datos, en nuestro país sólo un 10% no tuvo acceso a la escuela.

Sin embargo, la provincia de Misiones picó en punta con la innovación de sus plataformas educativas y a pesar de muchas dificultades de conexión, brecha digital y tecnologías para acceder a las clases virtuales, los resultados son alentadores. Aún así, desnudó realidades e inequidades entre aquellos que no tienen todas las herramientas tecnológicas para estudiar o trabajar.

Las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación y su creciente uso entre todos los que habitamos este mundo contemporáneo, traen nuevos interrogantes a la escuela y requieren diversificar aquellos soportes sobre los que se alfabetiza. Sin tan lejos, vemos que ahora se incorpora formalmente el uso de celular en la educación de Misiones. Ello implica replanteos pedagógicos.

Retomando el análisis de Dussel, “Éstos no son fenómenos lejanos a la educación: la nueva analítica del aprendizaje y los LMS (learning management system) incorporan el mundo del big data a las escuelas (Williamson, 2017). Además del cambio en las relaciones de poder y en las subjetividades de docentes y alumnos, puede notarse el desplazamiento de verbos centrales para la acción escolar, como leer, escribir, estudiar y atender, por otros que asimilan las acciones educativas a cualquier otra: clickear, linkear, acertar, compartir, visualizar y mapear. ¿Qué efectos tienen estas transformaciones en las escuelas, entendidas como mundos sociales específicos?

Algunos de ellos ya han sido mencionados: la in-especifcidad de los espacios de aprendizaje, la difusión del big data a través de la analítica del aprendizaje, la demanda pedagógica de ajustarse al usuario, y el declive de la epistemología científica y de los relatos nacionales como fundamento del currículo”, concluye la autora. (Inés Dussell, Nuevas formas de enseñar)

Es por ello, que estamos en nuevo escenario de la educación, donde no debe invadirnos la incertidumbre sino llenarnos de esperanza para asumir nuestras realidades sociales con protagonismo, dedicación, y paciencia, para crecer juntos en la educación de nuestros hijos.

Frente a este panorama el Papa Francisco nos reenvía una y otra vez a poner la centralidad educativa en la persona, las comunidades y los pueblos. Con ellos en un ideal común, curar, cuidar y compartir.

*Sergio Javier Benítez

Maestrando en Políticas Sociales/ Lic. Com Soc. /Periodista