“Nunca evangelizar es colonizar. Cuando vamos a evangelizar, no vamos a imponer una cultura”

Finalizó la XIX peregrinación diocesana a las reducciones jesuíticas de Loreto, (a 50 Km de Posadas). La misa central, presidió el obispo de la diócesis de Posadas, Juan Rubén Martínez, junto a algunos sacerdotes y seminaristas. Acompañó la celebración religiosa el gobernador de la provincia, Oscar Herrera Ahuad; la subsecretaria de culto Rossana Barrios, el intendente municipal de la Loreto, Ramón Toledo y el diputado nacional, Ricardo Wellbach. La solemnidad tuvo la particularidad de hacerse de modo virtual, ya desde el día anterior, y durante la misa, fue seguida por los distintos medios de comunicación de la provincia y redes sociales.

En la reflexión de la homilía, el obispo Martínez, compartió una infidencia con la gente. La fecha de hoy, coincide con la notificación que le hiciera el Nuncio Apostólico en la Argentina, cuando lo destinaba a la provincia de Misiones." Hace ya veinte años", señaló.

Luego, monseñor Juan Rubén Martínez, centró su meditación en tres aspectos centrales: Memoria, evangelización y martirio pascual.

👇“La memoria es una clave para nuestra identidad”

Memoria y evangelización, dos palabras claves que nos hablan de éste lugar. Acá estamos expresando tantos siglos de evangelización, porque en Misiones se produjo algo inédito que fueron las misiones. San Roque González de Santa Cruz, San Alonso Rodríguez y San Juan del Castillo. Son nuestros mártires de las misiones, poquitos, pero eran hombres con compromisos sin límites, que haciendo memoria, nos haga pensar en nuestros propios compromisos. Tenemos que sumar a tanta gente, a estos tres mártires. A uno de ellos, como  Antonio Ruiz  de  Montoya. Él vino a estas tierras, Él estuvo acá; entre nosotros. Amó este lugar y queremos tenerlo en nuestra memoria”.

“Es muy importante la memoria. Si nosotros no tenemos memoria, es como que podemos vivir pero sin identidad. La memoria es una clave para nuestra identidad. Es como en nuestra vida, si nosotros no aceptamos nuestro pasado, y no lo integramos y no lo asumimos, es como que nuestra personalidad se reduce. Cuando nos aceptamos, aceptamos lo que somos: nuestra identidad.

En éste lugar, se expresa todo eso. Acá en Loreto, ocurrieron cosas maravillosas. Luego siguió en la provincia, aún luego de la expulsión de los jesuitas. El pueblo misionero siguió de diversas maneras, con interrupciones, pero continuando la tarea evangelizadora
”.

👇“Nunca evangelizar es colonizar. Cuando vamos a evangelizar, no vamos a imponer una cultura”

La segunda palabra es la evangelización. “Ellos supieron evangelizar y nos dieron un ejemplo para el presente. La razón de ser de la iglesia, hace dos mil años es evangelizar la buena noticia. Esa es la realidad. Nosotros, también podemos aprender del trabajo de estos misioneros, porque la buena evangelización, nunca anula las culturas. La buena evangelización, asume las culturas, y se encarna en ellas. Nunca evangelizar es colonizar. Cuando vamos a evangelizar, no vamos a imponer una cultura. Y esto, lo supieron hacer éstos misioneros que vinieron a nuestras tierras y trataron de encarnar el evangelio, pero desde la propia cultura de nuestras comunidades aborígenes. Con sus códigos. Con su lenguaje; con su realidad. Por eso son emblemáticas las misiones. Hicieron algo inédito. Jesucristo no anula nada, sino plenifica todo. Todo lo bueno, y eso pasó. 

Por eso debemos pensar nuestra evangelización. Obviamente, es otra realidad, si pensamos lo que tuvieron que encarar los misioneros, en aquellos años. Hoy también la realidad es compleja. Todo lo bueno de la globalización, pero también asumir con discernimiento todo lo que el mundo te tira, sino con identidad. Asumir lo bueno, plenificarlo, multiplicarlo. Pero desde nuestros valores, desde nuestra identidad, desde nuestra realidad. No hay nada más lamentable que un mundo chato y uniformado. Nos enriquecemos en la pluralidad y en la diversidad. Cuando se uniforma, se achata. Las dictaduras uniforman. La vida cuando se evangeliza, bien, humanizan y se enriquecen porque el evangelio no está para una cultura, está para todas las culturas. 

Acá, cada año renovamos este deseo de aportar a nuestro tiempo; nuestra cultura; a nuestra realidad. También la riqueza de la buena noticia”.


👇“Si amamos, siempre tendremos cruces”

El tercer lugar el martirio. “Estos hombres fueron mártires. Pero toda la historia de la evangelización está marcada por el martirio: el martirio pascual. Ese martirio que es fruto del amor. El que ama bien, siempre tiene algo de martirial. El que ama bien, se dona. El que ama bien, considera al otro un sujeto y no un objeto. El que ama bien, da la vida. Estos hombres, evangelizando, con convicción dieron la vida. Nosotros en nuestro tiempo, también sabemos que nunca ninguna tarea es fácil. Si amamos, siempre tendremos cruces. Hay algo de martirial en el amor. En las pequeñas cosas, a veces, porque uno tiene que renunciar a algunas cosas, cuando ama bien. Hasta en la casa, por los otros, por los seres queridos. Siempre tiene algo de renuncia, de sacrificios, de sufrimientos. El amor es pascual y más cuando se da la vida y se la da en extremo, como la dieron estos mártires”. Concluyó monseñor Juan Rubén Martínez


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